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Gestionar una comunidad de vecinos no es una tarea fácil. Toca lidiar con múltiples vecinos, que en la mayoría de casos son desconocidos, y a menudo las juntas se convierten en verdaderos campos de batalla, donde es muy difícil ser diplomáticos y llegar a un consenso.

Entre los conflictos más frecuentes, se encuentra la contabilidad de la comunidad, porque muy pocas veces los vecinos están conformes con lo que se requiere de cuota para sufragar los gastos comunes del servicio de limpieza, reparaciones o mejoras en el edificio.

El problema que se presenta en las comunidades de vecinos de forma reiterada es la falta de información y comunicación.

Los vecinos suelen denunciar la desinformación que sufren por parte de la administración.

Por eso hoy en día muchos deciden recurrir a una figura profesional que se encargue de esas funciones y ayude al presidente en su gestión.
Sin embargo, existen otras comunidades más pequeñas que no disponen de un presupuesto especial para la contratación de dicha figura y estudian otras formas de agilizar sus tareas.

Os contamos las tres claves infalibles para que vosotros también podáis hacerlo:

  1. Buscar proveedores de confianza que tengan precios competitivos y tener un listado preparado para en caso de que se produzca una incidencia ser ágiles con la resolución y solventar el problema en el menor tiempo posible.
  2. Contratar un seguro en la comunidad en consenso con los vecinos, para que en caso de se produzca un problema cubra los gastos y no haya que aprobar una derrama, que la mayor parte del tiempo supone un problema.
  3. Para satisfacer las cuotas comunitarias, emplear una herramienta donde esté todo recogido.

En Fynkus están todos los gastos de la comunidad monitorizados, por propietarios, proveedores y gastos especiales, con la particularidad de que los vecinos pueden acceder también a dicha información, para que exista una mayor transparencia en la gestión de la cuentas.