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Pasear por muchos barrios de Europa es adentrarse en la historia de un continente que ha hecho de la arquitectura la más bella disciplina artística. En este artículo rescatamos algunos de los barrios monumentales –y algunos que no son tan monumentales pero también merecen mención– más bonitos del viejo continente.

Nyhavn (Copenhague)

Si buscas imágenes de Copenhague en internet muy probablemente encuentres postales de su famosa Sirenita de bronce, de Christiana, la popular ‘ciudad libre’ levantada por los hippies en el corazón de la misma capital nórdica, y de Nyhavn con sus representativas casitas de colores, uno de los barrios más bellos de toda Europa.

Transitar por Nyhavn entre sus petit hôtels es sumergirse en la Copenhague de finales del XVII y principios del XVIII. Un viaje en el tiempo comprendido entre el empedrado de sus calles y el agua del canal que las baña.

Trastevere (Roma)

Al hablar de belleza se nos viene a la cabeza Trastevere, el barrio más auténtico de Roma. Sus calles estrechas conservan el trazado y la esencia de la época medieval. En Trastevere podemos perdernos en un laberinto de olores y prendas colgadas de sus tendederos, vecinos y negocios históricos, rincones secretos; un lugar que nos hará, por un momento, olvidarnos de la fiebre tecnológica que asola al siglo XXI.

Sodermalm (Estocolmo)

Es el barrio de los hipsters en Estocolmo y como tal, uno de los barrios más bonitos de la capital sueca –ya sabes, los hipsters no se meten en cualquier sitio–. Esta isla es un barrio bohemio que destaca por sus casitas rojas y sus típicas tiendas: aquí se vive por y para la moda y el arte. ¿Quién no querría vivir aquí?

Plaka (Atenas)

Atenas lleva algunos años conviviendo con las estrecheces económicas propias de la crisis, pero –aún así– los atenienses no renuncian a vivir su ciudad con intensidad. En este sentido, el barrio más vivo es Plaka: ubicado a los pies de la Acrópolis, este barrio es la zona más antigua de la ciudad y, tanto a nivel estético como social, el que más interés tiene de la capital helena.

Jordaan (Ámsterdam)

Ámsterdam es una capital preciosa y disfrutable y, dentro de la ciudad, hay un barrio que destaca por encima del resto. Es el barrio de Jordaan. Situado en la zona de los canales, sus calles están atestadas de galerías, restaurantes y tiendas de antigüedades –es decir, la morfología del barrio hipster que todos conocemos–.

De Joordan rescataremos en orden de importancia histórica la Casa de Ana Frank, la iglesia Westerkert y las esculturas de Johnny Jordaan y su banda.

Kreuzberg (Berlín)

Es el barrio con más movimiento joven de la ciudad alemana, que a su vez es uno de los puntos neurálgicos de la cultura, el arte y la fiesta en el viejo continente. Kreuzberg tal vez sea el epicentro hipster del mundo, con todo lo que esto conlleva: la excentricidad y el eclecticismo por bandera. Kreuzberg es a la vez mainstream y underground; es el lugar en el que los murales de artistas antisistema se convierten en piezas de coleccionista; es, en definitiva, el barrio que mejor conserva la tensión entre lo cultural y lo contracultural. Pura esfervescencia.

Tooting (Londres).

Muchas guías recomiendan Coven Garden o Candem, pero, sinceramente, aquello está impracticable. Probablemente sea porque…. muchas guías los recomiendan. Aquí recomendaremos Tooting, barrio del sur de Londres, con sus calles con olor a curry y sus acentos exóticos.

La diversidad étnica del barrio invita al aperturismo, a probar sabores y relaciones que jamás te hubieras planteado… A vivir siguiendo cánones contemporáneos, con un pie en la transgresión y otro en la modernidad. Si vas a Tooting no dejes de visitar su Broadway Market, su exótico templo de la alimentación.