Los desfibriladores entran con cuentagotas en las comunidades de vecinos
Poco a poco cada vez es más habitual ver desfibriladores en comunidades de vecinos. Las últimas estadísticas apuntan que siete de cada diez paradas cardíacas tienen lugar en domicilios y los expertos calculan que actuar dentro de los cinco primeros minutos tras la parada es vital para salvar la vida de quien la padece. Mientras en Europa la mayoría de los países obligan a tenerlos, en España aún no existe una regulación al respecto.
La implantación de aparatos de desfibrilación semiautomática en comunidades de vecinos sigue siendo muy escasa aunque poco a poco cada vez más habitual verlos. Las últimas cifras señalan que solo en España cada año fallecen 30.000 personas debido a problemas de corazón. Muchas de estas muertes podrían haberse evitado si se hubiera tenido cerca un desfibrilador para realizar técnicas de reanimación cardiopulmonar. Expertos del Proyecto Salvavidas calculan que actuar dentro de los cinco primeros minutos tras la parada es vital.
Teniendo en cuenta que el 70 por ciento de las paradas al corazón se producen en el propio domicilio de los afectados da cuenta de lo necesario de estos aparatos. “Si los hubiera en todos los edificios se podrían salvar más de 15.000 vidas al año”, aseguran desde Meduba, empresa especializada en la instalación y mantenimiento de desfibriladores en espacios públicos y privados. Y que cuenta con un servicio de desfibriladores para comunidades de vecinos. Llama la atención que en la mayoría de los países europeos sí son obligatorios.
¿Es obligatorio instalar un desfibrilador en la comunidad?
No. De momento no existe ninguna regulación al respecto. En comunidades como Andalucía, Cataluña, País Vasco o Canarias son obligatorios en determinados espacios públicos. Existen muchas voces críticas que denuncian la inacción de las autoridades en este asunto. “No entendemos cómo sí son obligatorias las salidas de incendios o los extintores y no los desfibriladores. En España se produce un ataque al corazón cada 20 minutos y 7 de cada 10 son el propio hogar”, insisten. Tener un desfibrilador en la comunidad de propietarios cobra especial relevancia si en ella residen vecinos de avanzada edad o con una salud delicada.
¿Cómo funciona un desfibrilador semiautomático?
El manejo de un desfibrilador semiautomático es sencillo. En una sola sesión se pueden adquirir los conocimientos necesarios para utilizarlos. Estos cursos son regulados por las comunidades autónomas e impartidos por entidades homologadas. Como los extintores, los equipos deben estar “instalados de forma visible” y seguir un “correcto mantenimiento”.
Precios
A día de hoy la fórmula más extendida para contar con un desfibrilador semiautomático es el renting. Por una cuota de unos 60 euros mensuales, un precio que incluye la formación sobre su uso por parte de los vecinos y la sustitución de los consumibles del desfibrilador por utilización o caducidad de los mismos, la finca puede pasar a formar parte de los ‘espacios cardioprotegidos’.
Sin duda alguna, se trata de un aparato fundamental para incrementar la seguridad en una comunidad de propietarios.