Hace años que las asociaciones de vecinos surgieron como reclamo de los propietarios para velar por sus derechos en la comunidad. Hoy en día no es difícil encontrar este tipo de organizaciones, pero lo que sí es llamativo es que exista una que se dedique en mayor escala a proteger a los vecinos de una zona geográfica como es La Cañada, en Valencia. Hablamos con su presidente, Roberto Martínez, y su administradora, Alicia Roca, para conocer más de cerca su labor.
¿Cómo es el origen de la asociación?
La asociación cumple ahora 50 años de su creación. Se fundó por un motivo básico, porque en esta zona geográfica peculiar había una inseguridad, aunque no estaba tan poblada como en estos momentos. Del impulso de vecinos de la zona se fundó para velar por la seguridad de sus habitantes. La asociación abarca la zona del plantío, la cañada y entrecruces. La dotación policial es escasa, como ocurre en otros municipios, y pensamos que necesitaba un refuerzo.
¿Cuál es el objetivo?
Su objeto principal es la seguridad, pero no deja de ser una asociación de vecinos que abarca prácticamente el 90% de la Cañada y como tal, está involucrada en la junta de barrio. A su vez al formar parte de esta, lo hace también del consejo territorial de la Cañada. La nuestra es ahora mismo la más grande del territorio. Con lo cual, tenemos también la función del fomento de participación como asociación de vecinos, por lo que hacemos muchas actividades para impulsar la convivencia vecinal.
¿Estáis integrados en alguna federación de asociaciones?
Estamos en FAVEPA, la federación de asociaciones de vecinos de Paterna. Tenemos reuniones constantes, una o dos veces mensuales para reunirnos con el ayuntamiento y los equipos de gobierno para mejorar las condiciones del municipio que atañen a los vecinos. Luchamos para que la Cañada no se quede atrás.
¿Solucionáis incidencias también a los vecinos?
A nivel particular, estamos presentes en el día a día de los vecinos, por lo que también solucionamos incidencias que se presentan. Realizamos las instancias y las presentamos en el departamento que sea conveniente.
Con 50 años imaginamos que habréis pasado por muchas situaciones ¿alguna peculiar que os hayáis encontrado?
Llevamos, al menos, cinco años que tenemos una intrusión o intento al año, porque los delicuentes saben que esta zona está protegida. Un hecho que hemos conseguido a raíz del esfuerzo y los cuerpos de seguridad con los que contamos, así como los planes de actuación que ejecutamos ante una situación de este tipo.
¿Los agentes de seguridad tienen una preparación específica?
En los últimos años los agentes han mejorado sus competencias no solo a nivel de seguridad, sino con conocimientos sanitarios con el fin de reducir el tiempo de reacción en caso de que se produzca algún problema. Realizaron un curso de primeros auxilios, de modo que si un vecino sufre un infarto u otro problema similar, los agentes tienen capacidad de auxiliarle antes de que llegue la ambulancia.
En caso de que se produzca un robo en una vivienda de vuestros vecinos asociados, ¿cómo actúa la asociación?
Hace siete años tuvimos un intrusión de una banda organizada, que tras una investigación posterior al robo se consiguió desarticular al grupo de delincuentes. De modo que la vigilancia es activa, porque hay una comunicación con las fuerzas de seguridad nacionales y tenemos muchos itinerarios trazados para asegurar las viviendas de la zona. Por tanto, en caso de que suceda algo fuera de lo ordinario, se activa un protocolo de actuación inmediato. De hecho, en los últimos años se han mejorado muchos aspectos gracias a la capacidad de los vigilantes y a la labor que estamos cumpliendo para con la seguridad comunitaria.
¿Qué objetivos os fijáis a corto plazo?
Cada año logramos nuevos objetivos. Comenzamos solo con la vigilancia, mientras que ahora nos implicamos en el bien común de los vecinos de toda la urbanización, porque creemos que existe una necesidad. Se trata de una zona geográfica con muchas peculiaridades, con conflictos comunes para muchos vecinos.