España es una de las primeras potencias mundiales en el sector turístico y los ayuntamientos, de las grandes capitales, están empezando a frenar los apartamentos turísticos que tienen dos acciones negativas en el ámbito urbanístico.
El número de residentes en el centro histórico está en descenso, ya que esos pisos se utilizan para alquilarlos a los turistas y además esto hace que el precio del alquiler suba porque hay una menor cantidad de pisos en alquiler.
Es por ello que la capital del Túria se ha sumado a la iniciativa de Palma de Mallorca para intentar regular el número de apartamentos turísticos.
Es una propuesta que nace en la ciudad de València pero pretende instaurarse en todos los municipios de la Comunitat Valenciana.
Desde el ayuntamiento valenciano afirman que la idea es que no solo valga firmar una declaración responsable para inscribirse en el registro, sino que eso se cumplimente con un informe municipal, que explique si cumple o no las condiciones para ser un piso turístico.
El objetivo es regular de una forma más estricta y que haya un mayor control.
La teniente de alcalde y concejala de Turismo de Valencia, Sandra Gómez, expone que «Es una medida para controlar el barrio o la zona que nos interese, según queramos darle mayor o menor flexibilidad en este sentido». La propuesta se hace con la idea que cada consistorio tenga el control y pueda regular, según los intereses de su municipio.
Sandra Gómez se muestra muy tajante en sus declaraciones a Fynkus: «Se acabó comprar pisos para hacer negocio. Se terminó hacer negocio con viviendas que deben cumplir un uso residencial y no lucrativo«, ha expresado.
Fuentes cercanas a la concejala han indicado además que existe un problema con los altos precios de los alquileres y este tipo de medidas favorecen la estabilización del mercado. Aún así, no se descarta emprender otras iniciativas para incentivar el alquiler en ciertos barrios.